Restauración de humedales

Debido a los problemas ya expuestos, existe la necesidad de restaurar los humedales, pues son ecosistemas que por crecimiento urbano y expansión agrícola han ido perdiendo terreno. 

    La restauración puede definirse, según la Convención Ramsar, como todas aquellas acciones que promueven el regreso de estos hábitats a un estado con mejor funcionamiento, con el objetivo de que la diversidad de seres vivos que en ellos habitaban vuelvan a colonizar los humedales. Se entiende entonces que, para recuperar dichos ecosistemas, la utilización de plantas nativas, agrupadas según sus grupos funcionales,  pueden guiar a sitios autosustentables integrados en el paisaje, ya que las plantas nativas están adaptadas a las condiciones únicas de los humedales y al ser un pilar fundamental en el establecimiento de otras especies, como invertebrados y peces, conduce a una restauración natural. 

    Por otra parte, la reducción o eliminación de las causas de degradación es un buen primer paso en la recuperación de humedales, dado que se debe parar el problema antes de pensar en implementar soluciones, de otra forma, pueden ser acciones en vano y un gasto de recursos innecesario. Además, implementar medidas para no dañar humedales que no han sido perturbados pueden prevenir de, en un futuro, tener que incurrir en medidas para restaurarlo. 

    Existen dos grandes clasificaciones de restauración de humedales, el natural y el asistido. El natural trata, como ya se menciono, trata de dejar que el ecosistema se recupere por sí solo, en cuanto las plantas vuelven a un estado en que hace posible albergar otras formas de vida, los servicios ecosistémicos que brindaba antes de la perturbación, como proveer de alimento a los seres humanos, brindar espacios recreativos o protección contra fenómenos naturales, pueden volver a darse, teniendo en cuenta claro que no en la misma proporción que antes de ser alterado. La otra manera, la asistida, trata de que el ser humano se encargue de que las plantas pioneras sobrevivan y luego estas se encarguen de recuperar el ambiente, para ello, se realizan podas, se quita "maleza", referidas a plantas invasoras", y se siembra en su lugar aquellas especies que dominan un ambiente, como mangles , por poner un ejemplo. 

    Diversos ejemplos de recuperación de humedales, ya sean manglares, lagos, incluso sistemas lagunares en sectores urbanos, brindan una guía de aspectos que se deben mejorar e implementar para tener éxito en esta labor. Lo más importante es incluir a las comunidades en las labores de cuido, de proteger los humedales de acciones como drenados y rellenos con el fin de secarlos, a su vez, impulsar a las autoridades a actuar de manera atinente ante las denuncias ambientales. Si bien, muchas veces las personas se abstienen de realizar lo anterior descrito por pensamientos como "no sirve para nada" o "a la gente adinerada no le hacen nada", hay que seguir en la lucha por el bien del ambiente, casos como los de Bogotá muestran que si se puede lograr un cambio. 

  A continuación, ejemplo de restauración: "Humedal Arrieros en Ecoparque Sabana del Parque Jaime Duque. Antes de la intervención registro de 5 especies, actualmente más de 30 especies" a fecha de marzo del 2019. Créditos: @Darwinorte




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